domingo, 26 de diciembre de 2010







LAS RAZONES DE PORQUE SOY PERONISTA.

El 30 de Enero del año próximo, voy a participar como precandidato a Intendente de la Ciudad de Tartagal en las internas del Partido Justicialista de la cual soy afiliado desde hace más de 20 años.
Sería un verdadero orgullo - si ganamos las internas - el ser candidato a Intendente por mi partido y me sentiría pleno de satisfacción si los afiliados tienen esa misma sensación en el caso de que yo los representara en las elecciones generales del mes de Abril del año 2.011. Como podrán observar no quiero usar el término “compañeros” porque últimamente se bastardeó mucho esa palabra tan cara a los afectos de los verdaderos peronistas y ni que hablar del termino “descamisados” que ya nadie usa.
Ahora, cualquier mercenario de la política, ante cualquier concepto general de bien común dice suelto de cuerpo a sus interlocutores, NO ES ASI COMPAÑEROS, olvidando que en las últimos tiempos ha pasado por las filas del justicialismo, el Romerismo (los Juanca), Unidos por Salta, los Renovadores, Partido de la Victoria, el siempre listo Partido Comunal de los Camachos y ahora, peleado con el oficialismo (los Juanma) se enroló presto bajo el estandarte amarillo del solvente Salta Somos Todos. Por supuesto, que a estos pases, al igual que los diferentes cargos públicos ocupados, concejal, diputado, funcionario municipal y/o provincial, etc., etc., con elocuente dignidad, en el curriculum personal, se la designa con el concepto de “CARRERA POLITICA”.

Volviendo al tema que nos ocupa, la realización de elecciones internas de cualquier partido para la selección de sus candidatos a concejales, intendentes, diputados, senadores o hasta el propio gobernador, es muy valiosa y necesaria para el mantenimiento del valor de los partidos en la republica y la democracia, tanto como lo es conveniente el propio gobierno para el interés de los ciudadanos.

Es por ello que las elecciones internas partidarias deberían ser una verdadera “tradición” de condición previa ineludible a la realización de los comicios generales y constituirse en una “deshonra vergonzante” para aquellos candidatos que se ofrecen al electorado sin cumplimentar tal requisito.

Pero, así como un gobierno se pudo volver “inconveniente” para el pueblo, así también en los partidos políticos las internas se contagiaron del virus de la indecencia, la corrupción, la trampa, la coacción, el fraude y el clientelismo, produciendo, como toda “enfermedad incurable”, el efecto de que solo pueden y quieren participar en ellas los que tienen el manejo indiscriminado de las cajas del estado, sea este nacional, provincial o municipal. En otras palabras, en las internas solo compiten los que tienen “el pasto hachado”.
Por lo tanto, las elecciones primarias se volvieron esencialmente “inconvenientes” para los propios afiliados. Hasta un candidato a concejal necesita integrar la lista de los dueños del “aparato”, en consecuencia, en el justicialismo, el partido de la EVA y el GENERAL, los pobres en recursos, pero que pueden ser ricos en capacidad para ponerse al servicio de la gente, están excluidos de participar o de iniciarse en la política como medio de llegar al poder para la realización del bien común. Esa es la realidad.
A pesar de ello, no compartiendo en parte las posturas políticas de quienes conducen el Partido Justicialista y el Gobierno, sobre todo en la situación de la Municipalidad de Tartagal, con la experiencia negativa de hace cuatro años, decidí participar en estas internas para poder brindar nuestra visión sobre la situación política e institucional del Estado Municipal y, si es posible, debatirlas con nuestros ocasiones contrincantes para una mejor comprensión de los votantes.
El hecho de que no este de acuerdo, no implica que deba salir corriendo para buscar más seguridad y beneficio personal con otros opositores, al contrario, al debate hay que darlo con tolerancia dentro del partido a la cual uno pertenece. Soy un convencido de que el proyecto o el discurso para cambiar la sociedad debe emerger de un debate partidario y no creo en las personas que se creen las “dueñas del discurso” por arriba del propio partido. Son aquellos políticos que afirman “EL PARTIDO SOY YO”.
Tampoco creo en las candidaturas producto de bendiciones o padrinazgos, es decir, cuando alguien te levanta el brazo. De todas, me parecen las más indignas, porque significan compromiso y sumisión al mentor y no al pueblo o al partido, pero, aquí en Tartagal, son las que están de moda, aunque se respalden en encuestas que nadie cree y en las cualidades personales virtuosas del elegido.
Ante los hechos acontecidos en los últimos días en Tartagal, y en la cual, a conceptos del Profesor Cabot, en las distintas candidaturas políticas hubo “pases territoriales y no ideológicos”, donde se enalteció la persona por sobre el proyecto, siento la necesidad de explicar porque soy, simplemente, JUSTICIALISTA.
No voy a explicar ni justificar si soy bueno o malo, capaz o incapaz, si tengo o no las condiciones morales o éticas para ser o no candidato. Las garantías constitucionales me permiten ejercer el pleno derecho de elegir y a ser elegido, y como ya estoy habilitado en el Tribunal Electoral para participar en las internas del mes de Enero del 2.011, solo quiero decirles porque soy peronista.
En primer lugar, y no por importancia, soy justicialista desde la concepción ideológica. Comulgo convencido de los principios y postulados generales de la doctrina del Movimiento Nacional Justicialista y acepto también, con vergüenza y pesar, todo el mal uso que se le dio a la misma en parte de la historia del país, como por ejemplo el gobierno menemista de la década del noventa.
Mi formación universitaria, y sobre todo la profesión que elegí, abogacía, me permitió establecer una marco general intelectual donde pude apreciar, conjugar y extraer con amplitud de criterio, todos aquellos postulados de distintas ideologías que pueden ser utilizados para obtener el máximo desarrollo de la persona en el ámbito de la sociedad y cual es la actividad esencial del estado en la consecución del BIEN COMUN.
Bajo estas premisas, más allá de los partidos políticos, supe apreciar la visión y sobre todos las ideas políticas y conceptos éticos de Yrigoyen, Alem, el fiscal del pueblo Lisandro de la Torre, Alfredo Palacios, Juan Domingo Perón, Evita, Ernesto “Che” Guevara, Arturo Illia, Alfonsín, Zamora, Ragone, Roberto Romero, Néstor Kirchner, por nombrar a algunos, y hasta nuestro inolvidable Don Alberto Abraham, a quien supe valorar con el paso de los años.
Precisamente, el transcurso de los años, hoy cumplo 49, me enseñaron partir del principio que, ideológicamente, todo sirve, lo que aprendí y me forme en las enseñanzas de mis profesores y maestros en la secundaria, en la universidad, todo sirve, nada tiene desperdicio, desde lo profundo y elevado de la cultura, hasta lo mas sencillo de lo cotidiano, nuestra historia, nuestros errores, nuestras puebladas, nuestras tragedias, nuestros muertos, los cortes de ruta, los que nos pueden decir los vecinos en los barrios, en los asentamientos, en las comunidades aborígenes, los empresarios, todo sirve si es utilizado para que logremos un mejor vivir en nuestro Tartagal, sobre todo de los mas humildes y necesitados.
Por último, lo más importante, soy justicialista por mis orígenes, sobre todo por el origen de mi padre.
Cuando me recibí de abogado, hace ya muchos años, allí en Tucumán, mi papa, con toda la familia, me estaba esperando a la salida del decanato de la Universidad. Nunca voy a olvidar la mirada de mi padre en ese momento.
A la noche, para el beneplácito de mis amigos y compañeros, mi padre me organizo una hermosa fiesta, con asado incluido y canilla libre para la cerveza y la sangría, en la casa de un compañero de universidad. Ponce de León era su apellido y Eduardo su nombre. Lamentablemente, a los dos años se mato en un accidente con su auto.
Antes de ir a la fiesta, mi papa me dijo que tenía que acompañarlo, que ahora que era un profesional universitario tenía que saber ciertas cosas y que lo íbamos a hacer los dos solos. Así, me llevo con su auto a la zona de la Terminal de Colectivos y me mostró todos los lugares donde el había vivido en su infancia, junto a su hermana menor y su madre, quien en aquel tiempo había sido obrera manual de una fábrica en las afueras de Tucumán. Conventillos, pensiones con largos pasillos de chapas y baños compartidos, fueron su hogar en esos años. Me contó que comenzó a trabajar desde los 10 años para ayudar a su madre, acomodando cajones en una verdulería, lustrando zapatos y vendiendo diarios en la Terminal y haciendo todo lo necesario para llevar unos pesos a su casa, siempre con honestidad. Fueron muchas las cosas de su vida que me dijo aquella tarde y, por supuesto, que nunca me olvide de ellas.
Tan pobre era mi papa que cuando solo tenía 18 años, para conseguir trabajo, se fue en bicicleta desde Santiago del Estero hasta Buenos Aires para tratar de entrevistarse con Perón, entonces Presidente de la Nación, y pedirle un trabajo. Cuando llego a Buenos Aires, por supuesto que fue recibido por el General y Evita, y quizás por el medio que uso para viajar hasta allá, o vaya a saber porque razones, le dieron empleo como cartero en Santiago para que reparta las correspondencias, precisamente, en bicicleta.Desde ese primer trabajo mi padre pudo construir su destino. Se recibió de Óptico Técnico, se caso con mi madre y hace cincuenta años llegaron a Tartagal. Fue el dueño de la primera Óptica del pueblo, y desde la pensión de la familia Gilabert, que quedaba en la Avda. 20 de Febrero, con la compañía, el trabajo y la lucha de mi madre, ese niño pobre de Tucumán, pudo tener tres hijos profesionales.
Por eso soy peronista y no reniego y escondo mis orígenes, al contrario, me siento orgulloso de ellos, y en estos días, cuando visito una comunidad aborigen o un asentamiento en los barrios, cuando encuentro a niños de esa edad, tengo la cálida sensación que veo a mi propio padre en esos años de Tucumán.
He decidido hacer la campaña partidaria en bicicleta en homenaje a mi papa y para demostrarme a mi mismo que no son necesarios los recursos cuando son fuertes las convicciones. En estos días, cuando fui a los asentamientos y a los barrios en mi bicicleta, con el viento y el sol ardiente del verano de Tartagal en el rostro, en cada pedaleo, le pido a mi padre, quien murio en paz hace siete meses en mis propios brazos, me conceda la fuerza necesaria en las flaquezas para alcanzar mis sueños y anhelos como los tuvo el, a sus 18 años.
Atentamente.
(En memoria de SIMON MOISES HEREDIA, mi Padre).
Sergio Heredia.

lunes, 20 de diciembre de 2010

ayudemos a los padres de Alejandra Rojas


Carolina Alejandra Rojas, fallecida el 10 de Noviembre del 2.010 en el incendio de la vivienda de su abuela en Barrio Martel. En apoyo a la campaña que estan realizando, para que sus padres, Diego Rojas y Roxana Visuara, puedan armar su taller de motos, les pido que pongan una de estas fotos en su perfil. Muchas Gracias!

Y QUE COLABOREN CON LO QUE PUEDAN ,TODO SERA BIENVENIDO.